LA ALEGRÍA DEL NACIMIENTO
(Por Wilson Muñoz)
La llegada de un bebé produce mucha alegría; tan solo cuando el esposo escucha las palabras “su esposa esta embarazada, felicidades”, el gozo será sin igual. “Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado; y el principado sobre su hombro: y llamaras su nombre Admirable, consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz”. Que noticia mas grande anunciaba el profeta Isaías, (Is. 9:6). Esta cambiaria el destino del mundo y de la humanidad. La venida del Mesías detendría el destino del mundo, la tierra estaba condenada a juicio. La profecía de las 70 semanas de Daniel llevaban 69 en su conteo. El juicio y destrucción del mundo se venia encima; pero cuando apareció el Altísimo trajo esperanza. Cuando muere, la semana 70 quedo suspendida, inaugurando el tiempo de la Gracia y el nuevo pacto, (libro de Hebreos).
EL LINAJE DE JESÚS
Jesús hijo de David, hijo de Abraham; el gran apóstol Mateo (1:1) inicia su evangelio enfatizando dos orígenes importantes del Maestro. Para los judíos era y es muy importante su origen como pueblo y que sus líderes sean del linaje habrahamico.
Hijo de David
Mateo deseaba que los hebreos creyeran que Jesús es el enviado de Dios, el Ungido del Padre, el Rey soberano, el Libertador de Israel. Para lograr esto, él inicia su evangelio argumentando que Cristo es hijo de David (Ro. 1:3; 2 Ti. 2:8). Por lo tanto al ser hijo del gran e incomparable David, el evangelista esta asegurando que Jesús es el heredero al trono por sangre y linaje. Los judíos no creían que Él fuera el rey esperado, ya que ellos esperaban ver a un libertador que destronara el imperio romano. Y luego se nombrara rey. El Mesías hizo todo lo contrario, fue pacifico y nunca se sublevo contra la autoridad; se puede decir que fue un buen ciudadano.
El escritor del evangelio es uno de los dos que adjuntan el linaje de Jesús, iniciando desde Abraham hasta José; el evangelio de Lucas inicia desde José hasta Adán como hijo de Dios. Estas listas de familias dan la evidencia para conocer los antepasados y que tan importante es la familia del personaje en cuestión.
David el rey mas importante de Israel del sur (Judá y benjamín); cuando el reino de Israel se divide (durante el reinado de Roboam hijo de Salomón) la línea de reyes se dividió. Del linaje de David salen todos las gobernantes de Israel del sur, los gobernantes de Israel del norte salen del rey Jeroboam. Los reyes del sur después de David, cada uno de ellos son medidos, pesados y comparados con David. Él fue el mejor y no cualquiera procedía de su linaje. Mateo enfatiza las palabras dichas por el ángel “José hijo de David”, (Mt. 1:20). Con esta expresión se confirma el trono para el próximo y máximo rey. El hijo de David era la expresión para referirse al Mesías que salvaría a Israel. Jesús había realizado muchos milagros y liberado endemoniados, Después de esto las personas decían “¿Sera éste aquel Hijo de David?, aun viendo dudaban. Mateo refuerza sus argumentos para que los hebreos creyeran que Él era y es el Hijo de David, citando las palabras de muchos que dijeron que Jesús era el Hijo de David, (Mt. 15:22; 20:30-31; 21;9,15; 22:42-45).
El doctor Lucas, el escritor del evangelio con el mismo nombre, cita las palabras del ángel que dice también “Sera llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre; y reinará sobre toda la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin”, (Lc. 1:32).
Jesús es descendiente de David por el linaje de su padre, sí José no hubiera aceptado ser papá de Cristo, Él no hubiera sido llamado hijo de David. Jesús no fue engendrado por hombre pero necesitaba el abrigo y amparo de un padre; por eso el ángel le dice “No temas recibir a María tu mujer, por lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es”, (Mt. 1:20). José se asusto al saber que maría esperaba un hijo, (Mt. 1:19), él fue obediente y acepto a Jesús como su hijo y le brindo su cobertura familiar, un linaje real.
Hijo de Abraham
El padre de la fe, el amigo de Dios (St. 2:23), ha sido uno de los mas grandes hombres reconocidos por los israelitas. Ya que de sus lomos o de su simiente surge el gran pueblo de Dios (Gn.17:5), Israel. Las promesas hechas a él fueron y son importantes para el pueblo judío.
El apóstol Mateo escribe su evangelio enfocado para judíos.
Para el es importante remarcar y enfatizar que el Cristo prometido tiene su origen, también, en el padre de los patriarcas, (Mt. 1:2-6; Lc. 3: 34). Jesús era israelita de cimiente; los hebreos no creían en nadie que no fuera de su pueblo. Creían que un gentil era muy pagano y que nada bueno podía salir de ahí. El énfasis del escritor es para que creyeran en sus palabras y que comprobaran que el Cristo era y es realmente parte de ellos. Jesús hijo de Abraham pero superior a él. El apóstol Pablo decía ¨los que son de la fe son bendecidos con el creyente Abraham¨, (Ga. 3:7,9), ya que el gran patriarca le creyó a Dios y le fue contado por justicia (Ga. 3:6). Los que son de Abraham son del linaje puro y son de Cristo, por lo tanto los que son de Cristo, ciertamente linaje de Abraham son, y herederos según la promesa, (Ga. 3:29). Mateo al dar esta evidencia pretende qué los judíos crean que Jesús es el Cristo (el Ungido de Dios); el apóstol Pablo enseña, que ahora todo creyente en Cristo también forma parte de su pueblo (la iglesia). Por la simiente de Jesús toda pueblo o nación puede ser parte de Él, y de la promesa salvadora.
Antes del nacimiento
¡Salve, muy favorecida!, (Lc. 1:28). María había tenido la fortuna que de ella iba a nacer el Ungido de Dios. Todas las mujeres israelitas anhelaban que de ellas naciera un varón. La ley decía que “Todo varón que abriera la matriz, será llamado santo al Señor”, (Lc. 2:23; Ex. 13:2, 12, 15; Nm. 3:46-48;18:16). Imagínese la alegría del ángel al exclamar esas palabras; como si le hubiera dicho que gano la lotería.
María fue a visitar Elisabet (la esposa de Zacarías, el sacerdote)cuando llego ante ella y la saludó, la criatura que estaba en su vientre (de Elisabet) saltó, (Lc. 1:41). La esposa del sacerdote fue llena del Espíritu Santo, en su alegría exclamo “Bendita tú entre las mujeres , y bendito el fruto de tu vientre”, (Lc. 1:42).
La alegría se convirtió en gozo, el anhelado de las naciones estaba por nacer. Más de quinientos años se había esperado esta noticia, el cumplimiento de las profecías había llegado. Desde el inicio al hasta el final de la vida de Cristo hubo gozo en todos los corazones de quienes creyeron.
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